miércoles, 8 de marzo de 2017

Biblioteca Infanta Elena.


La pasada semana visitamos la biblioteca pública de Sevilla, Infanta Elena. En esa visita tuvimos la oportunidad de ver en profundidad cómo es la biblioteca, tanto el espacio que está disponible para todo el público como la zona de administración o el fondo bibliotecario.

Fachada de la Biblioteca


En esta entrada trataremos algunos aspectos vistos en aquella visita, hablando sobre su distribución, sobre algún servicio que ofrece y sobre la rutina que puede convertirse para algunos el hecho de visitarla. Y comenzamos conociendo un poco la biblioteca:


Se crea el 21 de Septiembre de 1954 por orden del Ministerio con el nombre de Biblioteca Pública del Estado - Biblioteca Provincial Infanta Elena de Sevilla. Y sería 5 años después cuando se inaugura, concretamente el 2 de Octubre de 1959. Como base de la biblioteca había unos volúmenes de los siglos XVIII y XIX, estos fueron retirados con su primer traslado en 1979, y todavía le quedaría un nuevo traslado en 1999 al sitito donde se encuentra actualmente.

¿Como está distribuida esta biblioteca?

Bien, nos encontramos con dos plantas en las que nos podemos encontrar con las diferentes salas. En la planta baja nos encontramos el servicio típico de préstamo, así como la sala infantil, la hemeroteca, el fondo adulto, la sala de reprografía, el salón de actos y el vestíbulo de exposiciones.



En la planta alta se encuentra la sala juvenil, zona de internet, aquí se entiende que la biblioteca ofrece un servicio Wifi en todo el recinto, pero en esta planta ofrece varios ordenadores; también está la sala de consulta, la videoteca y la fonoteca, así como la zona de administración.



La biblioteca a través de fotos:

Hemeroteca

Mostrador de préstamos y devoluciones


Sala infantil



La necesidad de una zona de visionado de vídeo.

Videoteca



Esta biblioteca como hemos visto dispone u ofrece una zona en la que podemos hacer un visionado del contenido que queramos en vídeo. ¿Es innecesario este servicio? Bueno, lo cierto es que aunque no todas las bibliotecas lo tienen, por ejemplo las universitarias carecen de ese servicio ya que por otro lado ofrece un buen número de ordenadores que pueden satisfacer esa necesidad. Sin embargo, en las bibliotecas públicas sí que lo hay, pero hay que tener en cuenta lo caro que puede ser ese material, ya que como vimos en la visita son televisores actuales. Aquí podemos decir que, al ofrecer también ordenadores, podrían ahorrarse esa zona, pero si vemos que es utilizada por los usuarios creo que aunque no sea necesario, se le está dando esa posibilidad y la están aprovechando. Por lo que no creo que sea un servicio que sobre.

Donaciones.

En la visita a la zona de despachos vimos que hay una estantería en la que guardan las donaciones para su estudio y decidir si ofrecerla en la biblioteca o no. Es un proceso que se hace siempre, lo curioso es que hay personas que tienen interés de que esté su libro en la biblioteca y lo dona con esa finalidad, sin embargo, la biblioteca no es un sitio para promocionar, así que como hacen con todos los libros, se estudia si interesa ofrecerlo.



La biblioteca como una rutina.

El último punto de esta entrada va dirigido a aquellas personas que visitan la biblioteca diariamente. Como si de un gimnasio o de una actividad se tratase, muchas personas van para por ejemplo leer su periódico o bien para leer un libro, pero no quieren llevárselo prestado pues estas personas prefieren desplazarse al recinto a echar la tarde haciendo actividades o haciendo su lectura diaria.

Finalmente decir que la biblioteca es un espacio para todo el mundo y que sigue estando muy viva. Y tú, ¿cada cuanto visitas la biblioteca?

Que tengáis una feliz semana.

Fuente: Biblioteca Infanta Elena

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